9 Jul 2021
Cómo mejorar la experiencia de usuario de un dashboard
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5 consejos para mejorar la experiencia de usuario de tu dashboard

Si un dashboard o panel de control no representa los datos de manera que sean fáciles de consumir, el usuario no podrá interpretar el significado de dichos datos. Una buena experiencia de usuario no solo permitirá un consumo de datos rápido y preciso, sino que además facilitará la realización de comparaciones que permitan sacar conclusiones y tomar decisiones estratégicas.

Con el fin de ayudarte a que diseñes y construyas un dashboard fácil de usar, te damos en este post cinco consejos clave para mejorar la experiencia de tus usuarios.

¿Qué es un dashboard?

Un dashboard, también llamado cuadro de mando o panel de control, es una representación visual de la información más importante que necesitamos conocer para analizar la situación de algo en concreto; ya sea un departamento, un proyecto o una campaña.

Los dashboards permiten a los usuarios consumir y evaluar de manera rápida un conjunto amplio de datos, representados a través de indicadores clave o KPI (Key Performance Indicators). Además, estos ayudan a comparar métricas, identificar tendencias y puntos de mejora dentro de una organización.

Mala experiencia de usuario en los dashboards

El diseñador del dashboard debe tener en cuenta las limitaciones de la percepción humana, mientras, a su vez, explota la capacidad que tenemos para dar sentido a un gran volumen de información visual, incluso en presencia de distracciones. Si un dashboard está mal diseñado, el usuario que lo consume no podrá extraer el significado subyacente a los gráficos, números y texto mostrados en él.

Esto puede provocar que el usuario acabe escudriñando esos datos, tratando de darles sentido de la misma forma que si se le hubieran presentado datos sin procesar. Por tanto, una óptima representación de la información colabora en un consumo de datos rápido y preciso, que a su vez se puede utilizar para hacer comparaciones, sacar conclusiones y tomar decisiones.

Mejora la experiencia de usuario de tu dashboard con estos 5 consejos

Con el fin de que evites los errores más habituales y consigas crear un dashboard que ayude a tus usuarios a comprender la información de la forma más eficiente y eficaz posible, te dejamos cinco consejos para que mejores la experiencia de usuario de tu dashboard:

1. Apuesta por un diseño consistente

Es habitual que los diseñadores de dashboards, con el fin de evitar crear un dashboard monótono o aburrido, omitan el uso del mismo tipo de gráficos en una misma pantalla. No obstante, si esta decisión se toma por razones puramente estéticas, en lugar de mejorar la comprensión del usuario, la experiencia del mismo puede sufrir como resultado.

La experiencia de visualización está restringida por los límites de la cognición humana. El texto, los colores y las figuras combinadas suponen una gran carga para la memoria a corto plazo del usuario y restringen en gran medida su capacidad para analizar la información y entender lo que realmente significa.

Es por esto que, los cambios arbitrarios en los métodos de representación de un mismo tipo de información pueden resultar especialmente confusos para los usuarios. Esto crea una carga cognitiva innecesaria que fuerza al usuario a recordar qué método de visualización corresponde a cada fuente específica de datos.

Por tanto, con el fin de “ahorrarle energía” al usuario, es conveniente que exista una consistencia en los textos, imágenes y gráficas utilizados, disminuyendo las tareas que requieren la retención de información a corto plazo. Esto permite que el usuario pueda dedicar más tiempo y esfuerzo al objetivo principal de desarrollar una comprensión de los datos compuestos.

2. Evita el uso innecesario de “tinta”

El data-ink ratio o ratio dato-tinta es un concepto acuñado por Edward Tufte, el cual defiende que las buenas representaciones gráficas maximizan el uso de tinta o píxeles para la representación de datos y evitan o reducen al mínimo la utilización de píxeles para todo lo que no sean datos.

La “tinta de datos” son aquellos píxeles o tinta que no puedes borrar sin eliminar datos. Para calcular el ratio dato-tinta, hay que dividir “la tinta de datos” por el número total de píxeles utilizados en el dashboard. Cuanto más cerca esté el resultado del número 1, mejor.

No obstante, a pesar de que se trata de un ratio interesante, normalmente no tendremos ni la paciencia ni el tiempo suficiente para calcularlo. En su lugar, los expertos en diseño de dashboards sugieren que la mejora de la relación datos-tinta se intente alcanzar a través de un proceso de dos etapas:

  1. El número de píxeles que no son de datos debe reducirse al mínimo, mientras se asegura que no afecte el contenido que transporta los datos.
  2. Los píxeles de datos restantes deben enfatizarse para aumentar la claridad y el significado de la pantalla.

En la primera etapa, el diseñador debe identificar los píxeles que no son de datos y determinar si pueden eliminarse por completo o al menos se les puede restar énfasis. Una vez que los píxeles que no son de datos se han minimizado, comienza la segunda etapa, en la que el diseñador debe identificar los píxeles de datos necesarios para enfatizarlos visualmente. Se trata de un proceso iterativo, el cual implica a menudo más de una inspección para garantizar que se eliminan todos los píxeles superfluos.

Relación datos-tinta en un dashboard
Fuente: Interaction Design

Para mejorar la relación datos-tinta en el dashboard superior, en la primera etapa, el diseñador eliminaría el fondo gris, los degradados de color, los efectos de sombreado del termómetro y el banner negro de la cabecera. Además, tendría que suavizar el color de los límites entre los distintos paneles. En cuanto al tamaño del texto, este debería ajustarse para que no ocupe más espacio del necesario como ocurre en el panel ‘MTTR by Severity’.

Otros ejemplos de un uso innecesario de píxeles serían:

  • Gráficos de barras de colores donde los colores no tienen significado.
  • Bordes de colores llamativos alrededor de diferentes conjuntos de datos que comparten alguna conexión.
  • Ejes cerrados (un cuadrado o un rectángulo completo) alrededor de los gráficos, cuando dos líneas conectadas serían suficientes.
  • Colores fuertes donde colores suaves o apagados serían igual de efectivos.
  • Usar efectos 3D en lugar de simples figuras 2D.
  • Emplear representaciones del mundo real, como medidores y diales, cuando los diseños gráficos simples lograrían el mismo efecto con menos píxeles.

En definitiva, reducir el impacto visual de los datos menos importantes ayuda a limitar la cantidad de elementos que exigen la atención del usuario, ayudándole a concentrarse en aquella información que realmente es importante.

3. Utiliza el color de forma apropiada

El color juega un papel muy importante en la visualización de datos. Utilicemos como ejemplo el siguiente panel de control:

Buen uso del color en dashboards
Fuente: Interaction Design
  • Asegúrate de que utilizas el color de manera consistente: como se puede observar en el diseño de este dashboard, el color juega un papel esencial para ayudar a los usuarios a comprender de forma inmediata el estado de los indicadores en la parte inferior de la pantalla. El rojo, el amarillo y el verde se utilizan para representar los niveles de rendimiento bajo, moderado y alto para las diferentes medidas.El uso uniforme de estos colores ayuda al usuario a comprender rápidamente el estado de cada uno de los indicadores, aunque las medidas de rendimiento sean diferentes para cada manómetro. El color se puede utilizar como un medio para distinguir elementos, pero también se puede emplear para representar funciones y operaciones similares y, en este caso, el estado actual de las medidas de rendimiento.
  • Utiliza el color como herramienta de segregación: el color también juega un papel esencial en la segregación perceptiva, que se refiere a nuestra capacidad para distinguir un objeto de otro y enfocarnos en elementos específicos dentro de una ajetreada matriz visual.Una correcta utilización del color nos permitirá distinguir entre los diferentes elementos que conforman un dashboard, aislando de manera eficiente la información más relevante.
  • Ten en cuenta los déficits en la visión del color: la visión normal del color humano se logra a través de señales enviadas desde tres canales. Estos canales transmiten información de tres tipos diferentes de células cónicas fotorreceptoras, que se encuentran en la retina del ojo.Deficiencias como el daltonismo son causadas por anomalías en la retina que provocan que uno o más de estos canales no funcionen como deberían, lo que dificulta la distinción entre algunos colores. Sin la capacidad de distinguir colores, un dashboard con una mala selección de color puede ser percibido como una masa de información sin sentido para algunas personas. Para evitar que esto ocurra, existen herramientas como la extensión de Chrome Spectrum, que te ayuda a “ponerte en los ojos” de personas con diferentes afecciones visuales.

Extensión Spectrum para Google Chrome

4. No te excedas en el uso de ‘pie charts’ o gráficos circulares

Quizás uno de los medios de visualización más utilizados en los dashboards son los gráficos circulares o pie charts. Un pie chart es simplemente un gráfico circular dividido en segmentos de acuerdo con los valores individuales que componen el total general.

“Los humanos no pueden comparar áreas o ángulos bidimensionales con mucha precisión y estos son los dos medios que utilizan los gráficos circulares para codificar datos cuantitativos” (Stephen Few, 2006)

El objetivo principal de la visualización de datos es proporcionar al usuario un medio de extracción y consumición instantáneo del significado de la información representada. No obstante, cuando el usuario no consigue comparar con precisión los diferentes gráficos utilizados en el dashboard, se verá obligado a analizar los aspectos superficiales de la pantalla en lugar de dedicar su tiempo a desarrollar una comprensión del mensaje subyacente.

Por esta razón, un gráfico circular o pie chart es un método de visualización deficiente, ya que, en la mayoría de los casos, el usuario debe dedicar una cantidad de tiempo irrazonable a comparar los ángulos, formas y colores utilizados para representar los datos sin procesar e, incluso entonces, es probable que su conclusión no sea del todo correcta.

Mal uso de los gráficos circulares o de quesitos
Fuente: Hugh E. Williams

Como se puede observar en el gráfico superior, es muy difícil determinar con precisión el valor de cada uno de los segmentos circulares a menos que el usuario se refiera a la leyenda codificada por colores. Este sistema de representación obliga al usuario a ir y venir entre el gráfico y la leyenda para determinar qué parte del círculo corresponde a qué, imponiendo al usuario, limitado por la memoria humana a corto plazo, la carga de recordar las asociaciones de categorías de color.

¿Significa esto que nunca hay que usar un gráfico circular o pie chart?

No. Los gráficos circulares pueden ser una buena manera de representar datos en el caso de que no haya más de cinco secciones o categorías a representar. En estos casos, si seguimos unas pautas determinadas, podemos conseguir un gráfico fácil de entender para el usuario:

  • Si ordenamos los datos de mayor a menor siguiendo las agujas del reloj (empezando desde el número 12 la categoría que ocupa un mayor porcentaje).
  • Evitando la comparación de datos entre dos gráficos circulares.
  • Evitando el uso de gráficos circulares en 3D. Hacen que algunas categorías parezcan más grandes que otras aunque no lo sean. Esto hace que el gráfico sea aún más difícil de leer.

5. ¡Piensa en los usuarios!

Un dashboard es como un rompecabezas: hay una serie de diferentes piezas de información y métodos de visualización que, individualmente, revelan solo una parte del panorama general. Como diseñador de un dashboard, tu función es organizar todas esas piezas no solo de acuerdo con su significado individual, sino también teniendo en cuenta su comprensión global.

La creación de un dashboard coherente que satisfaga las necesidades del usuario se basa en la comprensión de quién es el usuario, cuál es su función y cuáles son sus objetivos. Esta información se recopila al comienzo del proceso de diseño. Por ejemplo, se puede pedir a una muestra de empleados que completen un cuestionario en el que deben proporcionar información relacionada con su función en la empresa o lo que necesitan ver y consultar en el dashboard, entre muchas otras posibles preguntas.

Una vez hecho esto, dicha información debe aplicarse durante el proceso de diseño para decidir qué incluir, qué omitir, cómo representar los datos y cómo organizarlos para que sean consumidos de la manera más eficaz y eficiente posible.